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martes, 19 de enero de 2016

Cómo fumar menos y reducir el consumo de tabaco

Es muy posible que como fumador diario y constante que eres te hayas dado cuenta o bien, que fumas demasiado, o que la cartera ya no te da para más. Escribo este artículo de fumador para fumadores, para intentar ayudar a quienes no tienen intención de dejarlo (o dejarlo poco a poco) a reducir su consumo diario de tabaco y ahorrar bastante dinero.


Llevo dos años fumando una cajetilla diaria de tabaco, lo que supone 4€ al día en cigarrillos, y como no podía permitirme pagarme caaaada día una cajeta, decidí reducir el consumo y, sobretodo, cambiar mi manera de fumar y de ver el tabaco.

Lo que vuelve a la gente adicta al tabaco es la costumbre, más que la nicotina. El cigarro de antes de salir de casa, el del por el camino, el del café, el de después del café, el de después de la comida... Creando rutinas así terminamos fumando más y estresándonos si no fumamos. Aquí voy a dar unos consejos que yo personalmente he llevado a cabo y me han ido bastante bien, algunos más que otros, y todo depende de la persona. Obviamente lo más fácil es dejar de fumar y recoger los beneficios de ahorrarte el suficiente dinero como para comprarte un Ferrari, de tener una salud de roble y una vida sexual brutalmente activa (ironía...)

  • Cambiarse al tabaco de liar. El tabaco de liar se ha convertido en tendencia entre muchos fumadores, y las causas son muchas. Es mucho más barato, dura más tanto el paquete como los cigarros, es mucho más sano y más aún si es tabaco natural/orgánico sin aditivos... Un paquete de tabaco de liar varía mucho de precio y cantidad. A diferencia de las cajetillas, que sólo tenemos tres tipos (20 cigarros, +23 cigarros, largos), en los tabacos de liar tendremos una gran variedad de marcas, tipos, sabores, pureza... Los paquetes varían. La cantidad varía de entre 15 gramos (unos 20 cigarros) hasta los 60 gramos (+80), eso sin contar las latas y bolsas de tabaco que pueden tener capacidad de hasta 200 cigarros, rondando estos paquetes los 30€. Los paquetes más baratos suelen valer en torno los 2,50€ y los 3€ y suelen ser de 15 gramos. En mi caso, que suelo comprar la marca Raw que, además, trae papelas para liar, me cuesta 2,90€ y me dura unos cinco días. Un gran ahorro comparado con los 20€ semanales en tabaco manufacturado. Para los que quieran ahorrar y estén empezando a liar recomiendo el paquete de 30 gramos de Marlboro, que cuesta 4,90€ y me suele durar semana y media. Si queremos, además, ganar en salud recomiendo el tan conocido Pueblo. Los 30 gramos cuesta 4,50€. Ninguno de estos paquetes traen filtros o papelas, las cuales tendremos que comprar, pero no os preocupéis. 60 papelas OCB cuestan 0,50€ y las de "marca blanca" como IN o Targard rondan los 0,25€ y 0,30€ las 60 papelas. Los filtros recomiendo Rasta, 200 filtros te cuestan menos de un euro y tienen una oferta de mil filtros por 3,75€.
  • No fumar de manera constante. Hay gente que fuma porque sí, y entonces algo que puede servir para relajarse o de manera recreativa se convierte en un vicio insano. He llegado a ver gente que fuma hasta cuatro cajetas diarias de tabaco, literalmente según terminaban un cigarro se encendían otro, y es algo que me repugna. Si eres de fumar porque sí ponte metas o motivos para fumar. Varios consejos que recomiendo son: 1. No fumar hasta pasada una hora desde que te levantaste de la cama. Hay un rumor de que ese primer cigarrillo del día es el más perjudical y que, pasada una hora o dos, hay menor riesgo, pero es una buena manera para no fumar por las mañanas. Levántate, haz la cama, dúchate, desayuna tranquilamente, lávate los dientes y fúmate un cigarro. Si tienes que salir a trabajar o estudiar esto te vendrá de perlas para fumar mucho menos por las mañanas. Yo antes solía fumarme unos dos o tres cigarros por la mañana, muchos en ayunas según me levantaba. 2. No fumar en trayectos. Por ejemplo, si salimos de casa y tenemos que ir a algún sitio, no fumes hasta que no llegues a tu destino, como puede ser la escuela o trabajo. Y si vuelves para casa, al salir del sitio fúmate uno pero hasta que no llegues a casa no te fumes ninguno más. En casa, después de cambiarte y relajarte, puedes fumarte otro, hacer la cena o la comida, comer y, tras comer, fumar. Son algunos ejemplos, pero no fumes de manera compulsiva. Yo he llegado a fumar de esta manera entre 8 a 12 cigarros manufacturados, y algunos días apenas 5 ó 6 he fumado. Un importante ahorro.
  • Acepta los cigarrillos que te ofrezcan. Si estas en el descanso del trabajo, o en la puerta de un bar con tus amigos, si te ofrecen un cigarrillo, acéptalo. Aunque puede parecer una tontería y de rácanos, si sustituyes tu cigarro por el que te ofrecen llegas a ahorrarte bastante cigarrillos al final del día. Tampoco te acostumbres. Yo he llegado a fumar en un día cinco cigarros que me ofrecían amigos y compañeros. Pero si te ofrecen no te fumes otro después que sea tuyo, porque así terminas fumando el doble.
  • No fumar en determinadas horas. Hay gente que se pone horas para poder fumar. Por ejemplo, por las mañanas y noches no fumar. Yo lo hacía, pero el ahorro no es tan grande porque lo que no fumas en determinadas horas lo fumas cuando puedes. Para fumar menos tienes que hacerlo por voluntad, jamás por imposición. Recuerda que la acción de fumar es una libertad y un derecho, no una obligación ni algo que se pueda prohibir. Si quieres, fuma, pero nunca de manera compulsiva o imponiendote límites, porque terminaras estresándote y fumando el doble.
  • Toma el tabaco como una ayuda para relajarte y pensar, no como un vicio. Está demostrado que el tabaco ayuda a relajar y calmar el estrés o la ansiedad, además de ayudarnos a pensar estimulando nuestros nodos prefrontales, a cambio de una menor capacidad pulmonar y de menos dinero a fin de mes. Nunca fumes porque sí, dale un motivo. Después de un día cansado, sentado en el sofá tomándote un café viendo la tele... Son ejemplos que ayudan a que el tabaco siente mejor y haga su trabajo. Recuerda que si fumas por fumar, por vicio, y no paras esa impulsividad, terminarás fumando aún más porque la abstinencia será en menor tiempo y requerirás de más tabaco para acabar con el mono. El tabaco tiene que ser una ayuda, no una droga de la que volvernos adictos. Tiene que ser un complemento o un estímulo para nuestra virilidad o feminidad, pero jamás algo asqueroso que nos cueste salud, dinero y relaciones.
Son algunos ejemplos y consejos que puedes llevar a cabo. Si tienes más ideas no dudes en comentar este artículo.

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