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lunes, 22 de diciembre de 2014

Depresión.

No puedo dormir. Hacía varias semanas que podía coger el sueño rápidamente y desconectar de todo y hoy, de repente, vuelvo a sufrir de insonmio y migraña. ¿El porqué? Ni Dios lo sabe.

Hoy fue un día relativamente normal. Me levanté, no hice nada más relevante que grabar unos trabajos de la universidad y luego quedar en Aluche con unos amigos. Todo normal y típico, supongo. Pues no. Ya llevaba una temporada "tranquilito" como dice mi madre. Había dejado de tomar medicamentos hace tiempo y solía dormir con la consciencia tranquila. He cobrado la extra de Navidad y tengo planes para estas fiestas. ¿De qué me puedo quejar? Pues de muchas cosas que ni sabría decir. Me fui a dormir a eso de las 02:00 de la madrugada, y van a ser las 06:00, y nada. Vueltas y vueltas en la cama, y de nuevo ese puto nombre en mi cabeza, esas putas imágenes. ¿Porqué? ¿Porqué Dios o yo mismo me tengo que torturar de esta manera?

domingo, 14 de diciembre de 2014

Reseña: Mafia II

Poster del juego.
Hacía bastante tiempo que quería jugar a Mafia II, prácticamente desde su lanzamiento allá por el 2010. Jugué la demo en mi X-Box 360 cuando la tenía y me descargué todos los trailers. Sin embargo, no ha sido hasta hace menos de una semana cuando por fin lo jugué de verdad. Debido a que andaba detrás de otros títulos nunca pude comprarlo, es más lo pasé por alto e incluso me olvidé de él hasta hace más bien poco, cuatro años después.

Después de pasarme el juego decidí la idea de crear una reseña/crítica de él, puesto que en internet no hay gran cosa y la mayoría son copy paste de otros artículos. Y por qué no subir una reseña de un videojuego al blog.

lunes, 1 de diciembre de 2014

Sentimientos.


Dios me creó sin sentimientos, o eso pensaba hasta hace unos meses. Sabes que no eres piedra, más bien cristal. Un cristal frágil y quebradizo que se va cascando con el paso del tiempo. Cuando ese cristal se cuida, se mantiene perfecto, reflectante. Permite pasar la luz y gozar de buenas vistas cara a la ciudad, el campo... Pero cuando ese cristal no lo mantienes tú o no lo mantiene otra persona, tiende a ensuciarse, a arañarse, a romperse. Entonces la brillante luz no pasa, y sólo vemos una imagen rota del mundo que nos rodea. Así me siento yo, cristal. Un cristal roto.

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