Buscar

jueves, 18 de septiembre de 2014

El final de una trágica historia

Sólo pedí compasión, sólo pedí cariño, pedí una segunda oportunidad. No me quería arrastrar, no quería dar pena, pero no podía ocultar mis sentimientos hacia ti, mis temores, mi ira. Intenté disculparme, decirte lo que querías oír, lo dejé todo para luchar únicamente por ti. Sólo quería volver a besarte, a abrazarte, estrujarte, mimarte... No conseguí nada. La cagué, me arrepiento, pedí perdón, me arrodillé ante ti, algo que nunca antes había echo. Y obtuve la complaciente respuesta de que te gustaba Adrii y que no le ibas a hacer sufrir. Gracias, en serio, GRACIAS.


Gracias por darme falsas esperanzas, gracias por hundirme mas en mi miseria, gracias por doblegarme ante ti, a buscarte, a seguir luchando. A arrastrarme. Pero, ¿sabes qué? No me arrepiento, no me arrepiento de haber ido hoy hasta tu portal acompañado de mis más leales hermanos. "Valiente" me llamaste. ¿Valiente por luchar por mis sueños? ¿Valiente por amarte? Valiente gilipollas, es lo que soy. Pasarlo mal día sí al otro también mientras que me envías cartas explicándome lo que haces con tu ligue. Yo te hice sufrir, pedí perdón, nunca restregué, siempre me arrepentí. Ya veo que estás disfrutando con este jueguecito. Tienes a tres o cuatro chavales (incluyéndome) comiendo de tu mano. ¿Eso es lo que querías? ¿Eso quería la reina de Wonderland?

Cuando te conocí eras una tímida niña asustada que temía al amor. Una niña inocente, con su uniforme azul del colegio. Tenías 15 años, como yo. Te acababas de lanzar a la aventura del amor. Pasamos meses felices, con altibajos, pero felices. Primeras fotos, paseos, coqueteos... Tardé una semana o dos en darte el primer beso, me lancé yo, ¿recuerdas? Era la primera vez, en esa parada de bus. Tardamos un mes en coquetear, medio año casi en experimentar... Todo fue mágico, fue pura magia, felicidad, armonía, igualdad... Fuimos lentos, pero me gustaba, nos gustaba. Primer regalo, ese globito terráqueo que me regalastes del mercadillo de tu colegio porque sabías que me gustaba la geografía. No sabía que ese primer regalo, como esa primera foto, me iban a marcar tanto a día de hoy.

Encontramos ese abandonado balón naranja, jugamos con él por las calles de tu bloque. Lo pintamos. "Iván x Vicky". Aún lo tengo, debajo de mi cama, a la espera de que vuelva a ser sacado para jugar. Aunque creo que ese día ya no volverá.

Japan Weekend, dentista, aparato... Dos años y nueve meses juntos. Casi tres años de nuestras vidas. Aunque no nos conocíamos de nada, es como si hubiéramos crecido juntos. De llevar sostén a sujetador. De faldas largas a cortas. De ser tímida a ser suelta, abierta. De estar triste, a ser feliz, felices. Pelo suelto, frequillo... Te quitaron los brackets, te cortaste el frequillo (te odio)... Aún recuerdo cuando paseábamos las primeras veces por los puentes y pasarelas hablando de lo que costaba los cosplay de neko. Te hiciste tú uno, que me encantó. Fuiste a una Japan así vestida. Me encantaba ese conjunto con la camiseta de la luna, gris. Me regalaste esos vaqueros que nunca me puse porque me quedaban grandes (xDx), la camiseta de Tokio morada que tanto me gustaba... Fuimos a El Corte Inglés, de shopping. Me regalaste esa libreta azul, porque la necesitaba, me regalaste esa camiseta de Green Cost de California... Fuimos a La Gavia, te invité a batido en el Vips. ¿Te acuerdas la primera vez que fuimos al Vips? Ese batido sabía a gloria. ¿O cuando fuimos al Fresco de la estación de Chamartin? Portaba mi tan sagrada bandera de España para ver Eurosion, digo Eurovision para la gente normal, je. O cuando fuimos por Sol y fuimos al Tommie Mels.

Te regalé esa cajita que tanto tiempo tenía. Compartí mis proyectos, mis ideas y mis ilusiones. Creamos las nuestras. Los planos de esa futura casa, esas cosas que ayer nos tomábamos tan en serio... El primer aniversario o en tu cumpleaños (PERDÓN) te regalé el gatito de peluche. Días después escribiste mi nombre en un papel, y lo perdiste (xDx). Esos primeros mensajes privados por tuenti que me gustaría releer, esas horas al Line y al WhatsApp hasta las tantas. Una vez nos quedamos hablando hasta las 4:00 de la mañana, ¡dios! y tú tenías que madrugar que tenías examen. O cuando estuvimos al teléfono casi tres horas (menuda factura me llegó x'D). Tus libros de magia y aventura, tu propio libro. El manga y el anime...

Sé que leerás esto, sólo quería decirte que, al abandonar ambos esta lucha, esos recuerdos, esos momentos que nos forjaron como personas, se van. No fue una mera relación, no fue un amor pasajero. Fue una historia que escribimos los dos, que borramos, que arrancamos páginas. Que pasábamos, que escribíamos de nuevo. Ambos con el mismo lápiz, juntos o separados, pero escribíamos. Soñábamos. Esto se ha acabado, se ha ido. Sueños, momentos, recuerdos, fotos, regalos... ¿De quién fue la culpa? Eso da igual. Todo lo que nos llevó años se lo has dado a alguien que conoces de un mes. Lo que no me atrevía a hacer en nuestro primer año lo hiciste con él en menos de una semana. Has decidido echar gasolina y quemarlo todo. Has decidido dejar de luchar por un algo pasajero. Un libro en blanco con las páginas contadas, o no. Quién sabe, o nadie sabe nada. Eso da igual. El mío duró ni siquiera un mes, y me alegro que acabara.

Queda una semana, una semana para que todo esto se borre de la historia. Tu decides continuarla o acabarla de una vez por todas. Tú tienes ese lápiz, el libro está abierto. Pero después de escribir no te olvides cerrarlo, pues nunca más volverá a abrirse ~ Empieza el veintiséis a desvanecerse.

Feliz septiembre, por estas fechas nos estábamos conociendo, por tuenti, al tanto de quedar. Esto puede continuar o acabarse en los tres años. Sólo tú puedes elegir. 1 semana.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...