Buscar

lunes, 20 de octubre de 2014

Lo intenté.


Tantos días, semanas, meses... Para nada. Día sí día también intentando volver a tu vida, intentando ser algo para ti, aun que fuera mera amistad. Intentando gustarte, recuperarte. Noches llorando, días sufriendo, para nada. Se me escapa a mi experiencia, pues no se qué hacer ya. Nunca me había gustado tanto una chica, nunca antes había hecho algo similar. He dejado ir a familiares, amigos, exparejas... ¿Porqué a ti no te dejo ir? Difícil respuesta.

Quizás sean los recuerdos que borra tu mente. Quizás sean las fotos que rompiste. Quizás porque teníamos el corazón del otro y tiraste. No lo sé. Quizás sea hora de pasar página y acabar con este libro, un bonito libro, he de reconocer. Muy profundo, con mucho suspense, intriga... Y que me deja un mal sabor de boca.

No me rabia dejarte ir, me rabia que tú tampoco cumpliste ninguna de las promesas que dijiste o escribiste. Desde el "para siempre" al "soy la única que siempre estaré a tu lado" pasando por "soy la única que puede ayudarte a despertar". ¿Me hiciste "despertar" para esto? Tanto que prometías que ibas a estar ahí siempre, en momentos en el que era un auténtico monstruo. Cuando vuelvo totalmente cambiado a mejor, dispuesto arreglar todos los fallos y a acabar con las "malas rachas" y lunas, pasas de mi. ¿Eso tengo que hacer? Supuestamente, cuando dejas de buscar las cosas van a ti, pero no sé yo si eso funcionará contigo, pues he probado todo para tan sólo tener un poco de tiempo contigo.


Prometiste, otra vez que mentiste. ¿Te suena esa frase? Es muy fácil olvidar cuando otro te entretiene, pero cuando notes ese vacío tremendo en tu interior, o cuando las cosas no salgan como querías que salieran, te arrepentirás. Volverás a llorar, a sufrir, por tomar el camino fácil, por tomar el mismo camino que el mío. Estaba jodidamente enamorado, estaba para ti solita, para comer de tu mano incluso. Todas las cosas que quisiste hacer la podríamos haber hecho. Todas las promesas, cumplirlas. Todas las fotos, sacarlas. Pudiéramos haber vivido mil momentos más, y si nos separábamos era para volver a vernos, como cuando tú te ibas a Asturias o yo a Granada. Tú y yo locamente enamorados después de esta experiencia. Quizás fuera una señal o el destino para abrir mis verdaderos sentimientos. El Iván que tanto soñabas lo tenías a la puerta de tu casa, calándose durante cuarenta minutos, para que bajaras. Pudiera haber sido una gran reconciliación, como ninguna otra. Pudo haber sido una historia más, una de la que hablar y reír en los próximos años. Pero no, tiraste la toalla, y no para ducharnos juntos. Decidiste tirar nuestro relato, nuestro libro. Tiraste mi corazón y te llevaste el tuyo que yo tenía para dárselo a otro. Al fin y al cabo, esto acabó siendo como Romeo y Julieta.

También me rabia el hecho de que me recrimines cosas que tú estás haciendo ahora mismo. No sé en qué te has convertido, o cómo te han comido el coco. Me da igual ya, pero por hacer lo mismo que tú hacías me pones de "pesado", "agobio" o incluso "acosador". ¿Quién era la que se presentaba en casa por las mañanas cuando ocurrió todo? ¿Quién hablaba con mi familia, preguntando por mi? ¿Quién era la que escribió 15 diarios en un blog? ¿O la que llamaba a Andrea? ¿O la que hablaba costantemente por Skype o WhatsApp? ¿O que ponía mil tuits? Todo eso se fue a la fuga en apenas dos días. Yo no he hecho ni la mitad de lo que hiciste tú y, como siempre, soy yo el malo.

Últimamente he empezado a pensar en que si de verdad me querías, o fui un objeto para ti. Un objeto para sentirte segura, un objeto que tener siempre que estabas mal o sola. Un objeto el cual hace mil cosas y mil papeles, desde amigo a hermano, novio, compañero, pareja, lobo, rol... Pero en cuanto has visto que tenías a otros también comiendo de tu mano, me sustituiste. Y no lo niegues. Los dibus, los animes, las frases, las entradas... Antes ese mundo era yo, y eres tan cutre (como me llamabas a mi, así que no te sientas ofendida) de usar lo mismo para él. Inuyasha, Haru y Sora... Por cosas así me das qué pensar, y lo digo en serio. ¿Tenías miedo de estar sola? Pues tranquila, tarde o temprano esa felicidad se desvanecerá, y yo no seré la causa. Todo cae al tiempo. Yo estuve en una nube y me di de morros contra la realidad. ¿Tú? No se qué será de ti, pero ahora mismo me pensaría muy seriamente la posiblidad de volver a intentar algo contigo.

Era yo quien defendía actualmente la fecha, los momentos. Y como llegue el día de que lo tire todo a la basura, se habrá acabado. No habrá vuelta atrás. Y cuando esté con otra y tú sola no me vengas llorando o me pongas de cerdo, porque PERDISTE tu oportunidad, pues te di mil y tú a mi NI UNA, es más ante la posiblidad de elegir, la primera vez que tenías que elegir entre yo y otro, elegiste al otro, cuando yo te elegí siempre a ti. Cuando quedamos por primera vez, pude haber quedado con otra, y lo hice contigo. Cuando enero, decidí quedarme contigo. Cuando me vino Sandra tonteando los primeros meses que salíamos, también te elegí. Cuando iba a ir a Elche a conocer a Ariadna, que estábamos mal en ese momento, te elegí a ti. Cuando la cagué con Andrea, me di cuenta de todo, y te volví a elegir. Cuenta. Y tú, que por una mísera vez tenías que elegir y, en fin. A la primera. Tan insignificante que era, tan poca cosa. Tanto me querías, ¿eh? Claro.

Lo intenté, y me rendí.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...